Orgulloso

 

«Si viene vencido de los brazos ajenos, viene vencedor de sí mismo, que es el mayor vencimiento que desearse puede».

A poco que participe uno en distintas pruebas populares no solo va cosechando infinidad de momentos y recuerdos, sino que se va haciendo con un ajuar de camisetas, accesorios y complementos... y medallas.

Guarda cada medalla la historia de un día concreto de competición, pero, sobre todo, la crónica de las semanas e incluso los meses previos: tiempos de sacrificio y sudor, prioridades, disciplina, privaciones, moderación y mesura, dolores, malestares, entumecimientos y pinchazos, y fatiga, mucha fatiga, tanto física como mental; pero también de desafíos, planes y proyectos, de ilusiones, metas y great expectations.

No sé cuántas medallas tendré arrumbadas por algún sitio —por supuesto, bastantes menos que camisetas—, pero haciendo memoria hace unos días, llegué a la conclusión de que si por el motivo que fuere tuviese que hacer limpieza y quedarme con alguna, serían esas ocho de la fotografía. Dos medios maratones, dos triatlones de media distancia y cuatro maratones; estos, por su envergadura y características, son inexcusables. Aparecen en la foto ordenadas de izquierda a derecha cronológicamente. Esta es la historia de cada una de ellas.


  • XIX Medio Maraton Gran Bahía, 2018. Fue el primer medio maratón en el que participé, cohibido, responsibilizado y reconcentrado. Hasta fui más despacio de lo que podría haber ido por modestia, timidez y por temor —infundado— a reventar por el camino. Le tengo cariño porque aquella carrera fue la que me abrió la puerta a todo lo que vino detrás. Aquí, la crónica.
  • I Maratón Gran Bahía Vig-Bay 42, 2019. Mi primer maratón. Todo un orgullo. Supuso una inyección de moral y un subidón indescriptibles. Me dio confianza para todo. Una especie de Yes, we can! íntimo y personal. Adiós al apocamiento: a partir de aquí empecé a creerme que sería capaz de superar cualquier reto que me propusiese. Esta es su historia.
  • Vigo Media Maratón, 2019. Otro medio maratón a la faltriquera. Este es especial porque de momento supone mi mejor marca en esa distancia: 1:29:56, a un ritmo de 4:15 mins/km. Será difícil que lo mejore. No escribí nada en su día, una lástima.

  • 8.º Triatlón Desafío Islas Cíes, 2021. Tras el paréntesis del confinamiento y la pandemia, un reto que tenía apuntado en mi bucket list. Otro chute de positividad y autoconfianza: ¡si quiero, puedo! Aquí lo conté, exultante de felicidad y orgullosísimo: ¡Menudo viaje!
  • Maratón de València, 2021. Poco más de dos meses después del Desafío Islas Cíes recién mencionado y aprovechándome de la magnífica base aeróbica que me había labrado, corrí en València el que de momento es mi mejor tiempo en maratón: 3:17:34. No hay maratón que se corra fácilmente y en el que no se sufra y no se atraviesen momentos malos y de debilidad, por supuesto, pero este lo corrí con una solvencia y un aplomo que me gustaría recuperar para próximas batallas. No llegué a contar este maratón en ningún artículo en concreto, pero sí constituyó la semilla de la que brotó el concepto de Umbral de incapacidad.
  • II Maratón Gran Bahía Vig-Bay 42, 2022. Con sobrepeso y sin haber podido completar un plan de entrenamiento como es debido por culpa de las lesiones —solo habían pasado 4 meses desde el maratón de València—, tuvo mérito mi participación en aquella edición porque conseguí bajar de 3 horas y media sin mucho sufrimiento. Mis 10 últimos kilómetros aquel día fueron lentos, sí, pero no pasé por agobios ni dolores. Lo conté en Y ya van tres.


  • 10.º Triatlón Desafío Islas Cíes, 2023. Tras mi traumático DNF de 2022, que me tuvo en el dique seco una buena temporada y acabó condicionándome la vida para siempre, puedo afirmar orgulloso que esta participación mía fue un éxito rotundo, todo un triunfo. Viví la edición de 2023 como una especie de vendetta contra el destino y los contratiempos, como una reivindicación y autoafirmación no ya de mis capacidades y aptitudes, sino de mi fortaleza mental, mi determinación y mi resiliencia. Tengo en la carpeta de borradores un artículo sobre aquella prueba. Algún día lo terminaré.
  • Maratona da Europa, Aveiro, 2024. Se me antoja este como el más duro de los maratones que he corrido. Logré en él mi segunda mejor marca en esta distancia. En un primer momento acabé contrariado y decepcionado con mi actuación... y sin embargo, con el paso de los días me voy dando cuenta de lo bien que lo hice y voy valorando y apreciando más aquellas zancadas que glosé en Mind Over Matter. Además, este maratón ha supuesto un acicate y un estímulo para futuras pruebas: el maratón me ha retado; yo he recogido el guante y saldré victorioso; que no lo dude nadie... porque yo no lo dudo en absoluto.

De momento son ocho medallas. De momento. Espero que pronto crezca esta colección memorable.

Porque podo.

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