Umbral de incapacidad

Audentes fortuna iuvat

Porque puedo

Motivation will get you to the starting line... commitment is what gets you to the finish

Tienen los 42 195 m del maratón un algo inefable, misterioso e insondable: un je ne sais quoi magnético. Es bien cierto aquello de que el maratón no nos debe nada; al contrario: quedamos en deuda con él por las horas y momentos de enseñanza, autoconocimiento y pedagogía que nos brinda.

Su particularidad reside en que es una carrera larga e intensa que se desarrolla a un ritmo muy rápido. Existen competiciones sobre distancias superiores a esa, por supuesto, con perfiles muy accidentados, terrenos y desniveles mucho peores (véanse, por ejemplo, los maratones de montaña y los ultratrails), pero en ellas ya hay que ir regulando, a veces incluso caminando, licencia que, en puridad, no es deseable tomarse en la carrera de Filípides.

Una brega sincrónica contra el tiempo y contra uno mismo, una batalla contra la timidez y la prudencia; a veces incluso contra el miedo. Un desafío para el cuerpo y, sobre todo, para la mente, a la que también hay que entrenar y retar. 

No estaría mal que alguna vez todo el mundo se plantase en esa línea de salida, la vista al frente, valorase el reto y la agonía por arrostrar y que luego mirase en su interior y se preguntase «¿dispuesto a sufrir para desplazar y diferir tu umbral de incapacidad?».

Porque puedo

Esos percherones que se afanan en zapatear el asfalto trabajosamente,
sin ningún garbo ni salero, se mueven a menos 4:40 mins/km


 
 



 





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